domingo, 19 de marzo de 2017

Poema: Invisibilidad verosímil



Invisibilidad verosímil
Con las manos en la cabeza
y lágrimas en los ojos
lamentamos la sangre
derramada sobre unos colores
e ignoramos otras banderas,
desgarradas, quemadas y manchadas
por monstruos tan reales
como las vidas que arrebataron.

Todas verosímiles,
demasiadas invisibles.

En la guerra del dolor,
el silencio quema y hiere
y los oídos sordos son
un siervo más de quienes
tan sólo se arrodillan
ante ellos mismos.

¿De qué servirán
las manos unidas
cuando el corazón
se aleja,
y cuando la cabeza
sólo es consciente
de su propia existencia?

Un número,
un grado de importancia.
Nada.
Nadie.
Muertes
¿Muertes?

Presumimos de lógica,
de honor, de diplomacia,
pero damos a unas muertes
más valor que a otras;
como si la tierra
en la que naciste
y a la que volverás,
diera más valor
a unos huesos
que a otros iguales.

Lloremos a todos.
No lloremos, sin más.
Los extremos se tocan,
pero el centro no existe.

Qué más dará…
Recojamos lo poco que nos queda,
sigamos jugando a este juego,
a este sinsentido, a este vacío.
Me empieza a gustar el mareo que siento.

Mi bandera, o lo que quede de ella,
o los colores o lo que soy
cubrirá aquello que nadie cubre,
llorará a lo invisible,
y gritará hasta ahogarse
que el silencio no es una opción.

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