martes, 20 de diciembre de 2016

Poema: Cíclico



Cíclico

Vino, y golpeó la mesa.
Y te dejas engañar.

Seguramente cambie…
Ya no te acostarás
entre lágrimas e insultos.
Ya no te hará de menos.
Y tu voz será escuchada,
y no sólo oída.

Y entonces, seguramente,
el cielo amanezca de noche
y la lluvia ignore la gravedad
y todos decidiremos no respirar
por el puro hecho de poder cambiar.

No.
No te engañes.

Ni aún con la mejor e inexistente
buena voluntad,
ni el sol sale por el oeste
ni quien maltrata conoce otra realidad.

Huye.

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