Seis letras:
Estrés.
Seis letras que se
vuelven
una maraña de hilos de
metal
que arañan mi piel y
se encarna en mi cuerpo.
Seis letras que no dejan
cerrar mis párpados.
ni llenar mis pulmones.
Me quitan la respiración
y hacen temblar mi corazón,
asomado al precipicio.
Y prefiero lanzarme al
acantilado
a ciegas
que pensar en qué habrá
al otro lado
o que alguien me empuje.
Si salto, prefiero morir
por mi propio pie
que por patada ajena.
Dejad que mi patada sea
mi alivio
Y que estos hilos de
acero sean mi hogar.
Estrés.
Seis letras.
Muchas noches sin dormir.
Demasiados gritos.
Incontables lágrimas.
Un único desenlace.
Inevitable.
Me destruirá o me
liberará por completo,
Solo quedan el tiempo y
el estrés.
Seis letras de combustión
rápida.
Veamos qué arde primero.
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